viernes, 30 de octubre de 2009

Pon una Z en tu vida (o mejor en tu apellido)



(imagen de www.legaltoday.com)

¿Alguna vez te has preguntado si podrías presidir el Gobierno español? ¿Nunca te has cuestionado si tienes lo que hay que tener para ganar unas elecciones generales? Hoy, Los Fantasmas del Paraíso te trae la respuesta: Pon una Z en tu vida (o mejor en tu apellido).

Tras esta introducción, creo que es fácil adivinar por dónde irá esta entrada. Pero, para formular estas teorías conspiranoicas, sigamos el método científico (convenientemente adaptado).

Recopilación de información:

Pongamos, por ejemplo, una lista de los presidentes del Gobierno español desde la muerte de Franco, allá por 1975: son Adolfo Suárez González, Leopoldo Calvo-Sotelo y Bustelo, Felipe González Márquez, José María Aznar López y José Luis Rodríguez Zapatero.

Una vez hecho esto, veamos cómo accedieron al Gobierno y se mantuvieron en él: Adolfo Suárez fue nombrado como jefe del ejecutivo por el Rey, y más tarde ganó las elecciones de 1977 (que darían lugar a la Constitución) y las de 1979. Sin embargo, éste dimite en 1981 y le deja el testigo a su compañero de partido Calvo-Sotelo, quien perdería las elecciones de 1982 contra Felipe González. Éste, a su vez, encadenó cuatro victorias consecutivas (1982, 1986, 1989 y 1993), pero en unos adelantados comicios de 1996 tuvo que ceder el poder a Aznar, que se verá revalidado en el 2000. Por último, Zapatero gana en 2004, año en que Aznar no se presentó, y 2008.

Resumiendo, ésta es la lista de presidentes que han ganado alguna vez las elecciones generales y la fecha en que tuvieron lugar:
Analicemos los datos:

En primer lugar, todos ellos poseen en sus apellidos dos o más zetas. Y diréis: normal, los apellidos más comunes acaban en -ez. Bien, pues dime cuántos presidentes de los EEUU tienen un apellido acabado en -son, y comparemos el porcentaje.

En segundo lugar, todos tienen zetas tanto en el primer como en el segundo apellido.

En tercer lugar, el único que ha ganado cuatro elecciones tiene dos zetas en el primer apellido, mientras los demás, con sólo una -la mitad- han salido victoriosos en dos -la mitad también-.

Ahora, la conclusión:

Sólo pueden ser presidentes del Gobierno ganando unas elecciones en nuestro actual régimen aquellos que tengan una o más zetas en cada apellido; cuantas más en el primero, mejor, porque cada una equivale a ganar dos elecciones generales. Ah, y también explica los fracasos electorales de Fraga, Almunia, Rajoy, Carrillo, Calvo-Sotelo...

Aplicación práctica:

Basándonos en lo anterior, que Zapatero se vaya buscando sustituto, porque ya ha ganado las elecciones que le tocan. ¿Alguien ha hablado de la vicepresidenta, Mª Teresa Fernández de la Vega Sanz? Pero por favor, por favor, que ni se piense un segundo en la ex-ministra Magdalena Álvarez Arza... Además, el actual líder de la oposición (Mariano Rajoy Brey, quien ya perdió en dos ocasiones) nunca llegará a la presidencia. Sin embargo, Gallardón hace tiempo que suena como una alternativa en el partido, y Feijóo cada vez adquiere más importancia. Sus nombres completos son Alberto Ruiz-Gallardón Jiménez y Alberto Núñez Feijóo. Yo si fuera este último me cambiaba Feijóo por FeijóoZ.

jueves, 29 de octubre de 2009

La odisea de aprender a conducir (VIII): me toca las narices ya la cosa esta


Y tanto que me toca las narices, así que no pongo foto ni leches. Si es que ya lo dijo Zaira, una fastidia, pero dos jode. Yo ya no había dicho a prácticamente nadie la fecha del examen para ir tranquilo, pero nada.

Pues eso: hice las glorietas bien, aparqué bien, fui bien por la autopista, por vía interurbana, por vía urbana, cambié de carril cuando tenía que hacerlo... Y como el examinador tenía que tocarme las narices, no paró hasta que encontró algún fallo. No podía haberme dicho que parara tras un buen rato de examen (en serio, yo creo que fue larguísimo) allí donde la TVG, no, tenía que hacerme cambiar el sentido y luego allá girar a la derecha. Yo ya iba en segunda y despacito, pero la curva se las trae, y al entrar tuve que frenar porque venían coches de frente. Uno de ellos también frenó, y ahí se fue todo a la basura. Y mira que podía haber pasado, que no tuvimos que dar marcha atrás ni nada, pero ale. Suspendido. Al final de todo del examen. Aún encima de tener que esperar por el examinador toda la mañana.

¿Lo peor? Uno, que si en el anterior examen yo ya me di cuenta de que no estaba preparado, en este sí lo estaba, y por eso hice bien todo lo que hice bien a pesar de los nervios. Dos, que al parecer en la curva de las narices ya ha cargado a nosecuánta gente, que no soy el primero, vamos. Tres, que la curva de las narices me va a salir por un pastón, porque ahora tengo que hacer por lo menos cinco prácticas, pagar tasas de examen... Y aún encima perder en tiempo haciendo las prácticas. Es que me toca las narices esto ya.

Y para terminar le mando un reto a Zaira, que de estas cosas de que te toquen las narices con el carnet sabe tanto como yo (o más): a ver quién es capaz de suspender más veces.

Me toca las narices.

miércoles, 28 de octubre de 2009

Las bandas sonoras de mi infancia (III): Los trotamúsicos


¡Ajá! Sé que lo estábais esperando: la nueva entrega de Las bandas sonoras de mi infancia. Y no podía faltar aquí la de Los Trotamúsicos (llamados también Los 4 Músicos de Bremen), que además de evocar recuerdos, tiene hasta ritmillo. Un-dos-tres-cuatro-somos-cuatro... Definitivamente, ya no se hacen canciones para niños, ahora sólo tienen Janasmontanas, Jonasbroders y Jaiesculmúsicals. ¡Bah!


martes, 27 de octubre de 2009

Fin de semana en el paraíso (I): el Louvre, Tuileries, la Concorde, el Arc de Triomphe y les Champs Élysées



Queridos lectores, estrenamos sección. Serán unas cuatro o cinco entradas estructuradas ya no cronológicamente, como en La aventura mediterránea, ni por anécdotas, como en Memorias de Túnez, sino según lugares. Y, eso sí, con menos texto y más fotos que las otras, porque el formato "cuento mi viaje y os lo tragáis" se nos está haciendo pesado a todos. Comencemos.

Musée du Louvre


En una palabra: inabarcable. Es enorme. Por fuera y por dentro. 700 m mide su lado que da al Sena. Sin duda esto fue lo que más me impactó, sobre todo cuando lo vi la primera noche. A la mañana siguiente tocó la visita por el interior, que hicimos en tres horas, y teniendo en cuenta que para una visita decente se necesitaría al menos un mes, pues os podéis imaginar que seleccionamos lo más importante. Pero es impresionante la cantidad de cuadros y esculturas que allí están, muchísimos. Y como no pienso poner las fotos de lo que todos conocéis y sabéis que está allí (Gioconda, Venus de Milo, Victoria de Samotracia), me limitaré a lo siguiente:

Tumulto ante la Gioconda, lo mejor que pude sacar la foto al no estar permitido el flash.

Uno de los tantos pasillos del Louvre.

Uno de los famosos cuadros de Arcimboldo con rostros hechos a base de frutas y verduras.

La libertad guiando al pueblo, de Delacroix, más conocido como el cuadro que sale en todos los libros de Historia al hablar de la Revolución Francesa (por cierto, el cuadro no se refiere a ésta, sino a una de 1820).

Vista desde el primer piso del ala Richelieu.

Jardin des Tuileries

Las Tullerías están entre el Louvre y la place de la Concorde, particularmente cerca de nuestro hotel, y las atravesé en dos ocasiones: yendo hacia el Louvre el sábado, y hacia el Musée D'Orsay el domingo (a lo lejos en la foto superior). La vista desde allí es alucinante: se ve en línea perfecta el Arco de Triunfo y el obelisco de la Concorde por un lado, y el Arco de Triunfo del Louvre y la mencionada pinacoteca por otro.

El obelisco de la Concorde y el Arco de Triunfo a lo lejos.

El Arco de Triunfo del Louvre ante el museo homónimo.

Arc du Triomphe, les Champs Élysées y la place de la Concorde

Como se deduce de lo anterior, estos tres lugares están seguidos, por lo que un paseo el sábado noche vino que ni pintado (igual que el dolor de
pies subsiguiente). Aún así, la Concorde también la visitamos el domingo por la mañana, así que el obelisco de Tebas quedó más que visto.

Por cierto, en la avenida de los Campos Elíseos me encontré con el que
probablemente sea "el símbolo de los gallegos" cada vez que vamos al
extranjero: un Zara. Preciosa la amplia calle rodeada primero de edificios y después de parques. Lástima no poder ver el palacio presidencial así de
lejos por estar oscuro...


Arc du Triomphe. Lamentablemente no tengo más fotos del recorrido, porque hacer fotos de noche a lugares amplios resulta prácticamente imposible.

lunes, 26 de octubre de 2009

La aventura mediterránea (VIII): Atenas o un día de prisas y esperas



En Atenas nos levantamos temprano. A las 16:30 salíamos del barco, pero pensábamos ducharnos en la piscina antes de eso, cambiarnos a una ropa "agradable" para España y la gélida noche (por temas de temperatura) y comer, por lo que no disponíamos de mucho tiempo. A pesar de nuestra prisa, no evitamos un pequeño incidente con los taxistas, que en cuanto te ven extranjeros se vuelven unos pillastres aquí y en la China popular. Ya sabéis, precios.

Sobre la subida y estancia en la acrópolis hay que destacar la suerte que tuvimos: algunas de las personas con las que iba habían estado allí hace poco y aseguraron haber padecido un calor horrible y haber pasado las de Caín para llegar hasta allí, mientras que a nosotros, con una temperatura relativamente agradable, los dioses nos sonrieron. Mas no tuvimos tiempo apenas a visitar una urbe de la calidad de ésta, pues andabamos con prisa y sólo pasamos por el ágora antigua y por una o dos calles del barrio de Plaka, para después lanzarnos sobre otros taxistas que nos llevaran de vuelta.

Corre aquí, corre allá, dan las 16:30, llegamos al salón Broadway, en el que habíamos sido convocados, y la respuesta es: "hay dos horas de retraso en el vuelo, pero pueden quedarse en el buque mientras tanto". Si lo comparamos con el retraso de la ida, no hay color: estábamos casi solos en el barco, porque éramos el último vuelo en salir (por lo que la gente se había marchado en su mayor parte), y los recién llegados optaban, como es lógico, por visitar la ciudad. Mientras tanto, los que habían pagado una millonada por una excursión tirados en el aeropuerto, y nosotros en la piscina, en el bar de los capuccinos... Eso sí, llegamos a Madrid muertos de sueño.

Sobre el día siguiente poco hay que contar: un pequeño vuelo de Ryanair y vuelta a casa. Ahora, os toca esperar por las dos últimas entregas de La aventura mediterránea: la de las hazañas y récords logrados con respecto a mi vida pasada en este viaje (que son bastantes, porque yo lo que se dice viajar...) y la galería fotográfica.

sábado, 24 de octubre de 2009

Si la cosa funciona



En primer lugar, tengo que reconocer que Si la cosa funciona es la primera película de Woody Allen que veo (¿qué esperábais?, ya sabéis que lo mío es la tele, no el cine). Y en segundo lugar, que si la fui a ver fue porque el horario de Malditos bastardos ha quedado reducido a poco más que nada. Así que fue elegida sin que yo supiera de qué iba, sin haber visto promos, sin saber si iba a estar mejor o peor. Por tanto, me parece lógico empezar por el argumento, por si a vosotros tampoco os suena (ojo, que es el argumento que figura en páginas de cine, supuestamente libre de spoilers, pero algo cuenta):

"Woody Allen regresa a Nueva York con una comedia moderna acerca de un extraño misántropo y una ingenua e impresionable joven del sur que se va de su casa. Cuando sus estrictos padres vienen a por ella, se ven rápidamente inmersos en sorprendentes y confusas situaciones románticas. Todos descubren que encontrar el amor es sólo una combinación de encuentros afortunados y de apreciar el valor de si la cosa funciona." (www.hoycinema.com)

Pues qué decir, me ha parecido magnífica. Pero no magnífica de "bueno, está bien, magnífica", sino de "mag-nífica, es-pléndida y pri-morosa". Porque pienso en la historia en sí y, en fin, tampoco es nada del otro mundo; podía haber sido la típica comedia amorosa que tiene pinta de ser la de La cruda realidad. Pero es que los personajes, los diálogos, las situaciones... consiguen elevarla a la estratosfera.

El protagonista, ya de por sí, es algo fuera de lo normal. Debería bastar con que diga que viene siendo un Sheldon (TBBT) con el triple de años mucho más prepotente y aficionado a insultar a los demás en lo referente a su inteligencia. Para los que no sepáis quién es Sheldon, digamos que es un genio que se lo tiene muy, pero que muy creído y con todo tipo de manías. Las situaciones que crea esta personalidad ya son la pera, para añadir luego las de la chica, que viene siendo su contrapunto, una inútil (la única pega de este personaje es que se nota sobreactuado su acento de "paleta", el cual me recuerda a la película Bienvenidos al norte) que va aprendiendo de él. El resto del reparto está menos explorado, y se limitan a enseñar su desternillante, pero que muy desternillante, evolución.

Pero claro, para lograr que un personaje como el de Boris, el protagonista, luzca todo su potencial, no basta con decir "es un genio", sino que hay que demostrarlo mediante la interacción con los demás. Los diálogos cumplen esa función a la perfección, y no sólo consiguen la risa, sino que también tienen su trasfondo de reflexión en muchos momentos sobre el valor de la vida "y esas cosas".

Yo personalmente me quedo con frases como "¿por qué todos los psicópatas religiosos vienen a rezar a mi vestíbulo?" o "¿eres miembro de la creencia homosexual?" (básicamente porque no me acuerdo de las otras que también me hicieron reírme a carcajadas -y cuando digo a carcajadas es a carcajadas- en medio de la sala).

Temiendo desvelar el argumento o extenderme demasiado en la entrada, voy a dejarlo ya aquí. Además, la única crítica "seria" que he leído, ésta, no me ha inspirado nada. Es más, no he entendido la mitad. Ah, y sabed que ahora yo canto cumpleaños feliz dos veces cuando me lavo las manos.

viernes, 23 de octubre de 2009

Fin de semana en el paraíso: preview



Dos datos: París; mis tíos "los mecenas". Ya podéis atar cabos. Pues sí, si todo sale como está previsto, a esta hora yo debería estar saliendo de la facultad para reunirme con mi tío, recoger más tarde a mi tía cuando salga de trabajar y no sé ahora mismo a qué hora llegar al aeropuerto de Oporto con destino a la ciudad de las luces, los bohemios y los vanguardistas (y todos los tópicos más que queráis).

El plan, al menos hasta donde yo sé, no está aún muy definido. Una cosa está clara: si no suele llegar ni una semana para ver ciudades "de fama media", con un fin de semana en París nos dejará con muchas ganas de ver lo que se nos quedará atrás. Pero es que probablemente ni un mes sería suficiente para conocer esta urbe.

Eso sí, lo anterior no quita que nuestro hotel esté situado en una zona totalmente privilegiada y que jamás habría imaginado:


Una cosa está clara: mis tíos son una fuente indispensable de posts para este mi humilde blog (además de servir para que yo tenga una mínima idea de lo que significa viajar). Espero despachar este güikén en un par de entradas, que sino esto va a parecer monotemático. Ah, y no preocuparse que dejo para hoy a media tarde programada una entrada. Espero ver muchos, muuuchos comentarios cuando vuelva (alma de cántaro...).

miércoles, 21 de octubre de 2009

Las bandas sonoras de mi infancia (II): David el Gnomo


Bienvenidos a la segunda entrega de Las bandas sonoras de mi infancia. Hoy, David el Gnomo, una serie que marcó mi infancia hasta el punto de que tenía una colección de libros con sus correspondientes cassetes sobre el mundo de David el Gnomo. Abajo tenéis el archiconocido opening. Soy, siete veces más fuerte que tú... y veloz... y siempre estoy de buen hu-moooooor...


lunes, 19 de octubre de 2009

La aventura mediterránea (VII): de los sucesos de Delos



Puedo decir con sinceridad que no imaginé que Delos, una isla cercana a Mykonos, tuviera un yacimiento tan grande. En la fotografía de arriba lo podéis comprobar: todos esos puntitos blancos son algún tipo de pedrusco viejísimo o, como dicen para que suene más fino, vestigios arqueológicos de la Grecia clásica. Pero la llegada hasta allí no fue fácil, ya que el señor Petros, que era quien nos traía el coche, se retrasó, y para llegar hasta la lanchita de transporte había un buen tramo a pie (a causa, además, del pésimo sitio donde se dejó aparcado el coche).

De vuelta en la isla principal, visitamos la que han venido a llamar Pequeña Venecia, un conjunto de casas al borde del mar junto a unas terracitas en las que bien nos habríamos sentado de no ser por la prisa. Ya de vuelta, casi parecía que nos habíamos perdido, pero lo cierto es que estábamos atajando hacia el lejanísimo coche. Y una vez visitados Delos y la aldea de Mykonos (también lo he encontrado escrito como Mikonos, Miconos y yo creo que incluso Myconos), tocaba playa. No os podéis imaginar lo venteada que es la isla. Madre mía. Por algo uno de sus símbolos es el molino. Por suerte, el vendaval de verdad no se levantó hasta que llegamos a la segunda playa, que si bien no estaba superexplotada turísticamente, sino que la visitaban los lugareños, este hecho se notaba en la limpieza del lugar.

De la última noche a bordo, sólo cabe mencionar el bingo en el que podíamos ganar otro crucero (y que, como podéis deducir del silencio revelador que he mostrado, no tocó), y... ¡Ah, sí! Hay que ver lo ignorante que es la gente. Hubo una especie de juego de trivial de dioses griegos, y mira que les costó... Algunos bien, acertaban, pero ¿cómo puede ser que nadie siquiera se arriesgue a decir quien era el de los infiernos? Por no hablar de lo que les costó averiguar que el mensajero de los dioses es Hermes. Es que aquí la gente...

¿A que no sabéis cuáles son los dos montes más altos de Mykonos? Dos picos llamados Profitis Ilias. Toma ya. Un día me pondré a investigar esto con más profundidad, de verdad, porque me parece que no son las únicas éstas tres.

domingo, 18 de octubre de 2009

Tres acontecimientos sin relación aparente


Vale, sí, no se me ocurría otro título, qué queréis. La cuestión es que en los últimos días me he encontrado con varias cosas que me han llamado mucho la atención positivamente, y como pienso que no darían para un post entero cada una, pues hete aquí la recopilación subsiguiente:


El tráiler de Spanish Movie

Queridos lectores, los que me conocéis personalmente ya sabréis que desde que me enteré de que esta película, Spanish Movie, iba a existir, me deshago por dentro por verla. ¿Razones? Una, el elenco, muy televisivo, con rostros como Alexandra Jiménez (Los Serrano), la genial Silvia Abril (entre otros ha aparecido en Homo Zapping, Buenafuente o La que se avecina; en mi opinión una de las mejores actrices de comedia del momento), algunos de Muchachada Nui como Carlos Areces, y otros entre los que cabe destacar al gran Leslie Nielsen. Dos, las películas de Scary Movie me gustaron. Y tres, me encanta el tráiler que ha salido la semana pasada.


Quedémonos con una frase: "¿Tú eres lo que pasa cuando un pastor le coge cariño a una cabra?" Ah, y que sepáis que me da igual que la gente diga que este humor es ridículo y esas cosas, que yo voy al cine a entretenerme y parece que las películas sólo son buenas cuando hablan del franquismo y cosas por el estilo. ¡Ea!


El profesor en la Wikipedia

Y diréis: ¿Lo cualo? Pues resulta que me he enterado de que mi profesor de Derecho Constitucional (qué intelectual suena eso...), a quien por diversos motivos ajenos a mi voluntad no he conocido todavía, aparece en la enciclopedia de las enciclopedias. Y no es sólo que aparezca por ahí nombrado, sino que tiene artículo propio y todo. ¡Alucina, vecina! ¡Que voy a conocer a alguien con entrada en la Wikipedia! Que sí, que sí, que ahí escribe quien le da la gana y que igual se hizo él mismo la entrada. Pero es la primera persona que conozco con ese privilegio. Con las prisas se me olvidaba dejar el link sobre el profesor Pereira Menaut. Sagrada Wikipedia...


La camiseta

Resulta, queridos lectores, que mis tíos "los mecenas" (vamos, los que me llevaron a La aventura mediterránea) han estado los últimos días nada más y nada menos que en San Francisco y Las Vegas. Y ellos, sabedores de que normalmente cuando viajo suelo comprar alguna camiseta de los sitios que visito, han optado por ésto como regalo. Ahora bien, lo que yo ya no me imaginaba de ninguna manera era cómo sería la camiseta. Piensen, señores, en la segunda de las ciudades mencionadas. Piensen, ahora, en una de las características que conforman mi ser, en mi gran aficción (pista). Ahora, relacionen ambas. Voilà! Un gran letrero de CSI en la espalda, uno más shiquenino delante, y una sonrisa de oreja a oreja.

jueves, 15 de octubre de 2009

Me acojo a la Quinta Enmienda



¿Cuántas veces habremos oído en la televisión eso de "¡me acojo a la Quinta Enmienda!"? (Creo que lo que viene ahora lo podéis imaginar todos) Pero, ¿qué es la Quinta Enmienda?

Este escrito hace referencia a la Constitución de los Estados Unidos, y según podemos leer en la siempresagradamadredetodaslasfuentes Wikipedia, su texto es el que sigue:

"Nadie estará obligado a responder de un delito castigado con la pena capital o con otra infamante si un gran jurado no lo denuncia o acusa, a excepción de los casos que se presenten en las fuerzas de mar o tierra o en la milicia nacional cuando se encuentre en servicio efectivo en tiempo de guerra o peligro público; tampoco se pondrá a persona alguna dos veces en peligro de perder la vida o algún miembro con motivo del mismo delito; ni se le compeleerá a declarar contra sí misma en ningún juicio criminal; ni se le privará de la vida, la libertad o la propiedad sin el debido proceso legal; ni se ocupará la propiedad privada para uso público sin una justa indemnización."

La propuesta fue hecha el 25 de septiembre de 1789 (punto para el que anote otro hecho de relevancia histórica mundial de este año; veeenga, que es muy fácil), al año de la ratificación de la Constitución, y, como veis, habla sobre los procedimientos legales y la autoincriminación. Interesante, nunca me había planteado mirarlo, y eso teniendo en cuenta lo bien que suena eso de "me acojo a la Quinta Enmienda".

miércoles, 14 de octubre de 2009

Las bandas sonoras de mi infancia (I): La vuelta al mundo de Willy Fogg


Hoy damos comienzo a una nueva sección en este humilde blog: las bandas sonoras de mi infancia. Iremos repasando semana a semana, cada miércoles durante algún tiempo, las canciones introductorias (y en algún caso, como hoy, también las finales) de las series que recuerdo de cuando no levantaba más de un palmo del suelo. Por supuesto, espero que por lo menos alguna de ellas os suene; muchos son dibujos animados originados años atrás de mi nacimiento, y que son más que famosas. Eso sí, quisiera recalcar una cosa: tal vez sea el recuerdo alterado por la psique personal, pero las canciones de las series de niños de antes eran con mucho mejores que las de ahora, como los Teletubbies y esas cosas. Cualquier tiempo pasado nos parece mejor, dicen por ahí.

Para empezar tenemos nada más y nada menos que La vuelta al mundo de Willy Fogg. Qué decir... son, ochenta días son... ¿Quién no la recuerda?


martes, 13 de octubre de 2009

El mileniarismo de Arrabal


Los vídeos que os muestro a continuación (son dos sobre la mismas escenas, pero con diferentes imágenes; podríamos decir que complementarios) están protagonizados por Fernando Arrabal; puede que ya los conozcáis, yo desde luego no y viéndolos me he reído tanto como hacía mucho que no me reía. El señor este (que yo pensaba que era importante, culto y todos estos adjetivos atribuibles a un intelectual) se dedica a "hablar" sobre el mileniarismo (creo que según la RAE es milenarismo, sin "i"). Y pongo comillas a hablar porque creo que llamarlo así es sobrevalorar lo que hace este señor. Ved por lo menos el primer vídeo, y os garantizo que querréis ver el segundo. Tócate las narices. Cuanto más lo veo más me río. Ahora mismo estoy llorando de la risa. Y acabo de decidir que tengo que publicar esto ya mismo, saltándome todas las listas de prioridad de mis borradores, aunque entre ayer, hoy y mañana publique cuatro entradas.





"Hablamos del mileniarismo, ¡cojones ya!"
"El mileniarismo va a llegarrrrr"
"A los poderes, a los sdndñjn, a los sucesivos poderes: nosotros somos el camino, la verdaaad"
"Tú comprenderás que no me dejan hablarrr"
"La minoría silenciosa es católica, fea y sentimental. ¡Es judía!"
"Piensan que estoy borracho"

Actualización diez minutos después: siguiendo este link, un vídeo más completo sobre el momento. No lo olvidéis: el milenarismo va a llegarrrr...

Ágora



He ido a ver Ágora, la nueva pilícula de Alejandro Amenábar, y, para escribir este post, he decidido leer alguna crítica por ahí (concretamente la de Blog de cine). Y si en ese artículo se habla del filme como "una rotunda equivocación", "mucha ambición para unos resultados tan pobres" y de que es "incapaz de establecer un tono", yo debo decir que no estoy de acuerdo.

En pocas palabras, a mí la película me gustó, y no me arrepiento en absoluto de haber ido a verla. La historia habla de la filósofa y astrónoma -si le dais al link, ojo con los spoilers- Hipatia (la cual no me sonaba de nada) en tiempos del expolio de la Biblioteca de Alejandría (no la llamada Gran Biblioteca, sino su sucesora), y el conflicto social y religioso entre cristianos, judíos y paganos. Y creo que han llevado correctamente los tres temas, combinándolos bien y manteniendo el interés. No es una película difícil de seguir.

Sobre la ambientación, que en este tipo de películas es clave, reconozco que no soy ningún experto, pero creo que era adecuada. Vestimentas, edificios... no me pareció que nada estuviese fuera de lugar. Como mucho, sí que pienso que se abusó un poco del tópico de "los esclavos eran considerados como cosas" a los pocos minutos de empezar, cuando la protagonista dijo algo así como "Todos somos atraídos por la Tierra: hombres, animales, objetos, esclavos...". Pero fuera de ese breve momento, las conversaciones se llevaban con más... no sé, naturalidad, sin grandes aspavientos de tópicos (y esto es importante, ya que se trata en muchas ocasiones el tema de la Tierra como centro del universo y el movimiento de las estrellas).

Además, por lo que veo en la Wiki sobre la biografía de Hipatia, la mayoría de aspectos están basados en la realidad (su paganismo, sus alumnos el prefecto Orestes y el obispo de Cirene...), aunque, según yo creo, esto no es un punto positivo ni negativo: lo importante es la película, no que se ajuste más o menos a la realidad, porque el cine, como la literatura, siempre es ficción (otro aspecto es que sea o no verosímil).


También estoy satisfecho con la actuación de la mayoría, si bien parece que el esclavo, Davo, está siempre enfadado. Pero Rachel Weisz interpreta, en lo que a mí concierne, con mucho acierto su personaje (que es el importante de verdad); y, si tengo que nombrar a otro, nombraría al prefecto: lleva muy bien las escenas de tensión, en las que, con los primeros planos, cualquier gesto indebido se notaría.

Pero, como no todo el monte es orégano, siempre hay fallos importantes. En este caso, los responsables fueron los de la sala de cine: la cuestión es que en un momento dado de la película hubo un problema con el sonido, y estuvimos alrededor de cinco-diez minutos con el volumen realmente muy bajo. Tras algunas quejas, se negaron a rebobinar el filme (supongo que por alguna cuestión legal, que les impida emitir una secuencia dos veces o algo así; o por un tema de tiempo y horarios), y ofrecieron la devolución del precio a aquellos que se marchasen en aquel instante. De la sala, bien grande, se marcharon apenas diez o quince personas, así que supongo que podemos concluir que la cosa estaba interesante para la mayoría de los presentes, no sólo para mí. Aún así, creo que lo correcto sería haber vuelto a pasar la parte dañada o haber devuelto el dinero a todo el mundo, independientemente de su marcha, pues irme y volver otro día me costaría no sólo el precio de la entrada, sino también, por ejemplo, el del transporte. Y yo he pagado por verla a ese día, a esa hora y en buenas condiciones.

lunes, 12 de octubre de 2009

La aventura mediterránea (VI): estamos yendo... a Rodas...



En la isla de Rodas, un destino esencial era la acrópolis de Lindos, que para nosotros incluía también la parada en una paradisíaca playa con vistas al recinto del que ya publicaré fotos. Y fue a la vuelta de este sitio cuando mi hermano profirió su grito de guerra: imaginaos al señor Vito Corleone de la película afónico chillando su situación geográfica. Voilà: "¡Estamos yendo... a Rodas!". Por cierto, la subida en burro a la acrópolis infinitamente mejor que en Santorini, a dónde va a parar.

La visita a la ciudad de Rodas fue bastante express, pues lo anterior nos había quitado mucho tiempo, pero aún así fue grata. Ya desde el barco, de vuelta, pudimos a duras penas ver las dos columnas con ciervos sobre ellas que marcan el sitio donde supuestamente se encontraba el coloso, y que por tierra no habíamos podido localizar.

Por la noche, un más que aceptable show de magia (aunque los trucos estaban muy vistos, el toque de humor que le daba el prestidigitador era excelente) y el Buffet Magnífico: fuente de chocolate, figuras de mantequilla, de hielo, caras y demás tallado en sandías... Eso, magnífico. Lástima que a raíz de la comilona de la cena y la hora de comienzo de la degustación (01:30) faltasen las ganas de comerlo.

Tomad nota: en Rodas también existe un lugar llamado Profitis Ilias, la prueba aquí y aquí. Y no es todo, así que manteneos a la escucha.