La Tour Eiffel
Sábado por la tarde. Tras media hora de cola, conseguimos subir. Allí estuvimos durante tres horas y media más, visitando los tres pisos, viendo el paisaje y la propia torre, y, como no podía faltar en uno de mis viajes, tomándome un capuccino (que por cierto estaba casi en ebullición).
En fin, que llegamos de día, como se puede ver arriba, y acabamos de noche, y por el medio hasta tres veces vivimos el momento mágico del espectáculo de luces, cuando el reloj marca la hora en punto. Consistía en, en primer lugar (y con un "ooooh" general), en las chiribitas que se ven en el vídeo de abajo, para después de cinco minutos (esto sólo lo vi una vez, y lo grabé pero ocupaba un montón de Mb) ver las luces de diferentes colores ir p'abajo y p'arriba de múltiples y cambiantes formas. Un chou, vamos.
Notre Dame
Sin duda, lo más impactante de este edificio son sus laterales (con los rosetones y arbotantes) y la parte de atrás. Porque la de delante, todos la conocemos, y el interior no es feo, al contrario, pero empequeñece al lado del exterior en ese enclave magnífico que es la Île de la Cité. Por desgracia, la cola para subir arriba (a la casa del Jorobado, digo yo) era demasiado larga y la cosa estaba entre eso y la Torre Eiffel, así que...
Hotel des Invalides
A la salida de la Torre Eiffel la noche hacía tiempo que había caído, así que el cierre de Les Invalides estaba cantado. Aún así, el foso que nos separaba de la estructura no nos impidió ver el exterior. Sin mucho tiempo, eso sí, porque aún estaba planeado para ese día el paseo por los Campos Elíseos.
¡¡¡ohhhhhh que bonito!!!!!
ResponderEliminar¿tres horas para visitar la torre Eiffel? No me digas que tuviste que subirla a pie. XDDD
Seguro que merece la pena, porque desde allí arriba las vistas de la ciudad deben ser espectaculares.
¿todavía no has encontrado una cafetería en tu ciudad que hagan un capuccino decente?
No, no, subí en ascensor xD. No se me ocurriría subir a pie, como mucho bajar, pero subir...
ResponderEliminarLo de las cafeterías... Si debe haberlas, pero como tampoco me empeño en buscarlas... Lo del capuccino en el viaje ya es una tradición. Eso sí, mucho mejor el del hotel de Túnez o el del crucero que este, a donde va a parar...